jueves, 1 de mayo de 2008

Anoche soñé que pisaba tierras lejanas, aquellas que forman parte de nuestro mismo mundo y que solo conozco por libros y revistas, tierras ajenas que anoche mientras dormía, sentí como propias. Estuve con gente, (mi gente) que situó su vida frente a la mía durante unos momentos y me compartió las enseñanzas de su propia vivencia. Debo confesar que me afligió saberme ignorante al encontrarme frente el sabio, pero después agradecí haberme cruzado en el camino con tanto maestro, al padre abnegado, al trabajador de la tierra bendita.

Hoy desperté y busque mi maleta...

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